Toni Nadal
El 6 de
julio de 2008 llovía en Londres. Minutos antes de pisar la pista central de
Wimbledon, un periodista preguntó a Rafa Nadal si le preocupaban las
condiciones meteorológicas. “La lluvia es igual para los dos”, restó
importancia el tenista. Detrás de esta respuesta, la filosofía de su tío y,
entonces, entrenador: Toni Nadal. “Aprender a aguantarse te imprime carácter y
te vas a frustrar menos en la vida”, asegura el técnico.
Su objetivo
ha sido formar al deportista, pero sobre todo a la persona. Fomentó en su
sobrino la disciplina, la autoexigencia, el respeto a los rivales, la humildad
y el autocontrol. Haciendo alarde de su doctrina, Toni Nadal permaneció ajeno
al rugir de la muchedumbre que abarrotaba la cancha londinense en aquella final
masculina que enfrentaba a Federer con Rafa. Durante las 4 horas y 48 minutos
que duró el partido permaneció con los brazos cruzados, apenas asintiendo a los
comentarios de su acompañante y, de cuando en cuando, apretando el puño si
Rafael -él nunca usa el diminutivo- vencía un peloteo difícil. Hacia el final
del encuentro Toni Nadal se puso de pie, inquieto. Entonces el suizo devolvió
una pelota que fue a parar a la red y que significó la victoria de los Nadal,
del tenista y del entrenador. La contención al fin se volvió júbilo. Habían
derrotado al invencible en base a una teoría muy sencilla, que da título a su
libro: ‘Todo se puede entrenar’.
Hoy Toni
Nadal ya no entrena a su sobrino, pero su fórmula de trabajo es objeto de
conferencias inspiradoras que trascienden lo deportivo. Dirige, además, la Rafa
Nadal Academy en Mallorca, donde forman a futuros líderes del tenis. “El valor
de la educación es preparar a la gente para el futuro”, sostiene el mallorquín.
Lo sucedido
en aquel césped de Wimbledon es ampliamente considerado como el mejor partido
de tenis de la historia. Rafa Nadal es el mejor tenista español de todos los tiempos.
Y detrás de estos dos hitos del deporte un nombre, el de Toni Nadal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario